lunes, 25 de marzo de 2013

Yesca y viñas ecosostenibles.

Casi siempre, en las solitarias jornadas de trabajo en el campo, la cabeza comienza a traerme  reflexiones, ideas y sentimientos como en esos versos cortos y poéticos de la tradición japo, haikus creo que se les llama. Lo curioso del asunto es que nunca después logro recordar lo que tan meridianamente claro he reconocido como una acertada reflexión. Me gustaría en esos instantes tener una grabadora para poder guardar y después mostrar estos pensamientos, pero estoy seguro de que en el momento de articular las palabras no me saldrían igual.
Es como un mecanismo de defensa para aguantar estoicamente el arduo trabajo manual en solitario en las viñas,  es curioso pero cuando estoy cómodamente al brasero, no se me ocurre nada realmente interesante. Esto podría ser una prueba de que en los momentos duros para el cuerpo es cuando mejor funciona la mente.
Otras veces estoy menos inspirado y me vienen a la cabeza cosas mas livianas o menos trascendentes aunque no por ello menos interesantes y de las que si me suelo acordar mejor.
Godello centenario al tresbolillo  950 pies/Ha
En estos últimos días de poda estoy sufriendo viendo como la yesca tiene agotada la plantación  de Tempranillo del año 2000.Una viña relativamente joven. Las varas apenas están verdes, se muestran quebradizas y con un hilo de vida.Y dándole vueltas al asunto, poda que te poda, llego a conclusiones bastante claras sobre el porqué de este mal que aqueja a buena parte del viñedo nuevo establecido en la zona.
Resulta que la yesca es aquí también vieja conocida; Las ancianas viñas puestas al tresbolillo ( a tres calles) también tienen yesca, pero, y de aquí lo curioso, no avanza con la misma virulencia en ellas. No se extiende tan fácilmente y la  cepa enferma convive y lleva su enfermedad como crónica  pero su vida no corre inminente peligro, de hecho la muerte súbita de ejemplares ancianos debido a la yesca es casi una anécdota si la comparamos con los numerosos ejemplares de 10-15 años que desaparecen todos los veranos.
Entonces ¿ que es lo que está ocurriendo? Fácil. La moderna corriente vitícola de inspiración francesa nos aleccionó en la bondad de los nuevos marcos de plantación y sistemas de conducción. Nos decián que una viticultura moderna no podía tener marcos de plantación de 900 pies por ha y que habia que, para conseguir uva de calidad ,  someter a cierta competencia entre las cepas aumentando el numero de pies por ha hasta los 2000-2500 como mínimo. También se nos dice que la conducción en espaldera con alambres es la ideal pues permite mecanizar el viñedo. Cierto, pero todo esto tiene trampa.
Voy a desmontar  esta falacia seudotecnica aplicada a lo que podriamos denominar viticultura natural tradicional.
¿Ustedes  creen que nuestros antepasados eran tontos? Yo creo que al igual que a mi me funciona la cabeza cuando agacho el lomo, a mis antepasados les pasaba exactamente lo mismo.
¿Porque ponian las cepas a tres calles? ¿Porque solo metian 900-940 cepas por ha? ¿Creen los tecnicos actuales que no habrán probado a poner mas pies si eso les hubiese reportado mas kilos y mayor calidad? La respuesta es bien sencilla....
No ponian más plantas por ha. porque en aquel entonces no disponían, afortunadamente para nosotros, de abonos químicos, ni se podia mecanizar el viñedo. A tres calles era la forma de tener las viñas mas libres de adventicias y su desarrollo radicular mas potente para aguantar sequías y ataques de hongos.Es decir  eran VIÑAS ECOSOSTENIBLES. Suelos pobres con muy poca materia orgánica son capaces de criar cepas relativamente sanas sin apenas insumos artificiales esa es la verdadera razón de la viticultura tradicional.
¿Que ocurre ahora con las nuevas plantaciones a una calle y en espaldera? Toda la moderna viticultura esta diseñada para hacerse a base de abonados importantes y de productos químicos que "ayuden" a las plantas a sobrellevar su competencia por la alta densidad de plantación. Estamos ante una viticultura industrial que busca los rendimientos altos artificiales y cepas artificialmente sanas cuya vida útil se va a reducir en el mejor de los casos a 30-40 años. Esta densidad es la autentica enemiga de las viñas y no la yesca que no es más que una manifestación de lo artificioso de este diseño nada sostenible. Las espalderas en la mayoría de los casos se han establecido excesivamente altas lo que implica un sobreesfuerzo para la planta que sin la ayuda de riego artificial se traduce en un rápido envejecimiento de la planta una vez que el patrón, R-110 excesivamente vigoroso pierde la fuerza de la juventud.
Los vinos mas sutiles y complejos salen de estas escasas y antiguas viñas ecosostenibles y que nos dejen en paz de historias.....
Tempranillo joven a una calle 2000pies/Ha.Finca de los 4 aires.

Daños de Yesca en Tempranillo Joven.
Me estoy planteando el replantar al tresbolillo por fases pero me falta motivación. Veremos si somos capaces de sujetar la yesca. De momento vamos a abonar con estiércol de caballo para darle un poquito de fuerza y también queremos ponerle polisulfuro con propóleos que tenemos ya preparado para cuando cese la lluvia a ver si mantenemos a los hongos a raya.

Un saludo a todos los frikis del vino.

domingo, 17 de marzo de 2013

Consolidando....

Corren malos tiempos, lo cantan todos los informativos. Es hora de replantearse el proyecto. Nosotros tuvimos la ocasión en la añada 2011 cuando decidimos hacer algunos box y no atascar la microbodega con botellas sin salida. No me da vergüenza decir que hago cuatro litros de vino y dos los tengo que meter en box porque no los vendo. No me preocupa. Hago vinos imperfectos, no porque quiera, sino porque los vinos perfectos, sencillamente no existen. Ayudaría mucho disponer de contactos, un buen taco y una estrategia de marketing bien diseñada, todo lo demás son cuentos. Hago vino para los comunes de los mortales, los treintañeros mileuristas, los jubiletas, que cuando prueban mi vino les recuerda a los vinos que se hacían antes, los que se juntan en un grupo de consumo para hacer compra eco y que les salga no tan cara. No hago vino ni para los concursos, esos que tienes que ponerle dinero, ni para las revistas, ni para los pijoflauticos que están todo el día hablando de vinos supersofisticados pero que no  gastan una lata. Hago vino para beberlo.
Son tiempos difíciles...aún así, paso a paso consolidamos nuestro proyecto, que no es más que, una gran escusa para poder seguir disfrutando del privilegio de vivir en contacto con la naturaleza y poder  trabajar con ella. Estamos vendiendo un poquito más cada año. Vinos vivos, naturales, de mínima intervención a precios mas que  razonables, sin apenas marketing, vinos  para beberse no para juntar añadas.
Un saludo.
Juanjo.